La arrogancia de la concejala PC – Quilinic el Diario

La arrogancia de la concejala PC

       En notas anteriores ya hemos hablado de la altanería que desbordan algunos concejales arrimados a la actual alcaldesa, aquellos que juraron representar a sus votantes, pero sólo se han limitado a aplaudir cada acción, sea buena o mala, de su lideresa. En este sentido, queremos reparar en lo que sucedió este jueves en la sesión de Concejo, cuando en el momento de los varios, se vivió un momento que amerita preocupación. Corría el minuto 76 de la jornada pública cuando el Concejal Leonardo Bahamondes ocupó minutos de su intervención para hacer ver su molestia por lo que definió como amedrentamiento, sindicando a los dos concejales lame botas de Bobadilla, López y Cuevas como los causantes de tal hostigamiento, del primero, señaló que como encargado de la comisión de Hacienda, el ex mimo varias veces le había exigido guardar silencio e incluso que no hiciera consultas en las reuniones de dicha comisión, lo que denotaría una clara intención de censura…, pero lo que detalló acerca del comportamiento de la concejala comunista es lo que más llamó la atención, sobre todo considerando el perfil de respeto que la Concejala Cuevas vanamente ufana en su verborrea. Bahamondes narró que la concejala PC le había dicho en presencia de otros honorables que le iba a hacer la vida imposible, tal como se la había hecho a la ex concejala Lorena Ayala, y para rematar su arrogante conducta, en otra ocasión le aseguró que el solo hecho de escucharlo le provocaba nauseas, ante esto, el concejal DC aseguró que de repetirse estas situaciones, acudirá a una denuncia por medio de la denominada Ley Karin. “Alcaldesa, esta es la última vez que voy a permitir este tipo de conductas hacia mi persona, la próxima, haré una denuncia por Ley Karin, porque no corresponde, yo tengo muy buena relación con todos los concejales” enfatizó.    Ha sido notoria la actitud de sorna que la concejala Cuevas ha hecho durante las sesiones en las que ha participado, riéndose de los temas varios de sus pares, mirando con desdén a los que piensan distinto o exigiendo el respeto que nunca ha demostrado a los demás ediles, pero no está de más que la gente considere estas conductas como no adecuadas para su labor que se debería destacar por la fiscalización y no por su performances arrogantes o sus discursos llenos de ideología que en nada aportan a los requerimientos que la ciudadanía le encomendó.