El costos amiguismo para Quilicura – Quilinic el Diario

El costos amiguismo para Quilicura

        El personaje de esta nota, tiene años viviendo del estado, evolucionó de ser un simple trabajador de la empresa Komatsu, hasta ser un rastero de Carrasco, quién lo convirtió en un animal político, si hasta fue parte de nuestro medio por allá por 2009, cuando nos enviaba material para nuestra revista impresa hasta de Juan Elviro le enseñó la parte oscura de la actividad pública. Giordano no se detuvo ahí, sino que ávido de aprender más trucos que le permitieran mamar del estado, ingresó a un naciente Frente Amplio (RD) en una apuesta que le dio resultados con la elección del primer presidente merluciano, con la llegada de esta fallida era progre, Delpin logró su primer cargo de nepotismo puro, ser designado como Delegado presidencial en la provincia de Chacabuco, un cargo para el que sólo tenía como mérito haber tenido una penosa candidatura a alcalde por Lampa en el 2021. Luego, en las elecciones municipales del 2024, Giordano Delpin ya percibía que su fin como pituto de Boric estaba cerca, por lo que tramó una estrategia nueva, acercarse a la alcaldesa de Quilicura y ser parte de su campaña de reelección con la condición de que Bobadilla lo acomodara en un puesto para el que no tuviera competencias, pero que si contara con un gran sueldo, y aquí es donde nuevamente le salió la jugada, puesto que la reeleción de la actual alcaldesa le permitió presionar para la “devuelta de mano” para este 2025, y así fue, después de permitirle disfrutar de unas extensas vacaciones de casi un mes, Bobadilla lo designo como subdirector administrativo del Departamento de Salud y finalmente le buscó un lugar para mantenerlo oculto y ganando millones como Coordinador Cecosf en Pucara de Lasana, donde sin tener los conocimientos mínimos para entregar un desempeño digno hacia los vecinos, hoy recibe un sueldo total de $ 3.902.000, por el sólo hecho de haber presionado políticamente a Paulina Bobadilla desde el bloque frenteamplista. Sin embargo, como siempre los asesores de Bobadilla descuidan la legalidad por dar luz verde a las movidas políticas, y en este caso, al igual que varios otros que seguiremos ventilando, vulneraron lo estipulado en la Ley  19.378, que especifica que un funcionario que recibe una asignación de este tipo debe contar con contrato indefinido, situación que no se da con Delpin, quien sólo cuenta con un contrato de característica “contrata” según informa la misma página de transparencia del municipio. La ciudadanía necesita una explicación ante esta acción explícita de nepotismo o amiguismo de parte de Bobadilla de cara la comunidad.

Nota: Andrea Jeldres